Un nuevo sitio donde exponer todos los sentimientos que a uno le rodean a lo largo de un fabuloso o desastroso día. Un nuevo blog. Todo esto de internet es ya un gran refugio para poder explicar todo lo que pasa por nuestras cabezas, incluso esas sensaciones que ni los mas allegados conocen, es ese sitio donde puedes tener la libertad de decir lo que piensas anónimamente, sin el miedo que eso crearía decirlo delante de todos tus conocidos, amigos o familiares. Aunque a veces pienso que dentro de poco nuestro único confidente va a ser un ordenador, y eso es algo que digo tristemente, pues creo que todo el mundo debería tener a esa persona confidente, ya sea una pareja, un amigo, un familiar, sea quien sea alguien en quien refugiarte cuando el mundo, o mas bien dicho cuando tú mundo parece derrumbarse. Aunque no culpo a la tecnología de ello, seria mas inteligente culpar a nosotros mismo, los humanos de que cada vez nos encerramos mas dentro nuestro, y nos alejemos mas de la sinceridad entre nosotros. Pues quien no se ha sentido rechazado alguna vez por dar su opinión, o simplemente no se a atrevido a darla porqué sabia que no seria del agrado de alguien, quien no se ha sentido observado algún día por la ropa que llevaba o ha sufrido esa horrible sensación de llegar a un lugar que todo el mundo calle y te mire con cara de “¿que haces tú aquí?”. O mas bien, quien alguien día no ha mirado mal a su alrededor a alguien por sus vestidos, por su trabajo, o quien no ha rechazado a alguien, aunque solo sea con una mirada, por dar su opinión. Aunque también dejemos otra cosa clara, las opiniones para exponerlas deben respetar a todo el mundo, tampoco vayamos a creer que lo que hoy llamamos “libertad de expresión” no incluya en ello el respeto para todos. El caso es que todos parecemos ser más valientes cuando nadie nos reconoce, cuando queda todo en nuestra intimidad, que cuando debemos mirar de frente a frente alguien y decir lo que pensamos. Creo que todos hemos sido cobardes alguna vez, y en esos me incluyo yo, solo espero que la tecnología no nos ayude aún mas a ser cobardes . . .